La violencia que azota a los municipios periféricos de Nuevo León se cobró una nueva víctima. Hugo Américo Cavazos Martínez, subdelegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Montemorelos, fue asesinado a balazos mientras se desplazaba en su vehículo en la Avenida Camino a las Fuentes.
Este homicidio, reportado el día de ayer, se suma a una lista creciente de ataques y ejecuciones que mantienen en alerta a la población y a las autoridades estatales.
Una ejecución a plena luz del día
Cavazos Martínez, de 46 años, viajaba en una camioneta BYD cuando un vehículo se le emparejó y abrió fuego repetidamente. Su camioneta terminó estrellándose contra un poste y una malla ciclónica, marcando el punto exacto donde su vida fue arrebatada.
Testigos informaron que el ataque ocurrió aproximadamente a las 13:30 horas, dejando en evidencia la osadía con la que operan los agresores. Al llegar al lugar, policías municipales y agentes de Fuerza Civil aseguraron la zona mientras peritos recolectaban casquillos de arma corta.
Un funcionario del IMSS con trayectoria pública
Hugo Américo Cavazos no era un desconocido en el ámbito público. Además de ser hijo de Minerva Martínez, ex presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y actual secretaria municipal en Guadalupe, también era primo de Ricardo Cavazos Balderas, líder sindical. A lo largo de su carrera, ocupó puestos como coordinador jurídico en Guadalupe y director de patrimonio en Escobedo.
El IMSS condena el crimen y ofrece colaboración
En un comunicado oficial, la delegación del IMSS lamentó profundamente la pérdida de su subdelegado, manifestando su solidaridad con los familiares y amigos del funcionario. El Instituto también se comprometió a colaborar plenamente con las autoridades para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Un reflejo de la inseguridad en la región
La ejecución de Cavazos Martínez pone en el centro del debate la creciente inseguridad que afecta a municipios como Montemorelos. Estos actos violentos no solo alarman a los ciudadanos, sino que también ponen en entredicho la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de quienes viven o trabajan en las zonas periféricas del estado.
Con un panorama de violencia en aumento, este crimen recuerda la urgencia de reforzar las estrategias de seguridad y de implementar acciones concretas que devuelvan la tranquilidad a Nuevo León y sus municipios.
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