- Condolencias oficiales de la Marina
- Red criminal conocida como Los Primos
- Sobrinos del ex secretario de Marina en la mira
- Sospechas que alcanzan a la política
- Una investigación en curso
- Un desenlace que aumenta la tensión
El hallazgo sin vida del capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez generó conmoción en las filas de la Secretaría de Marina y en el ámbito político nacional. El oficial fue encontrado muerto dentro de una camioneta oficial en el puerto industrial de Altamira, Tamaulipas.
Según reportes oficiales, el hecho ocurrió alrededor de las 9:30 de la mañana. Versiones preliminares señalan que Pérez Ramírez se habría quitado la vida con un arma de fuego. La Fiscalía General de la República (FGR) asumió la investigación del caso.
El deceso tomó relevancia porque el capitán estaba implicado en una investigación por huachicol fiscal, relacionada con un megadecomiso en Tampico. Apenas un día antes, el gabinete de seguridad federal había anunciado la captura de 14 integrantes de la red criminal.
Condolencias oficiales de la Marina
Tras confirmarse la noticia, la Secretaría de Marina emitió un comunicado en redes sociales. La institución expresó su pésame por la pérdida de uno de sus mandos.
“La Secretaría de Marina-Armada de México lamenta profundamente el sensible fallecimiento de uno de sus elementos, en el estado de Tamaulipas. La institución extiende su más sentido pésame y solidaridad a su familia, amigos y compañeros, reiterando que se les brindarán todos los apoyos necesarios y los que por ley corresponden. Asimismo, se reitera la colaboración con las autoridades competentes para el pleno esclarecimiento de los hechos”, señaló la dependencia.
El mensaje buscó cerrar filas en medio de un escándalo creciente. La muerte del capitán ocurrió en paralelo a detenciones de militares de alto rango y personajes vinculados con empresas privadas.

Red criminal conocida como Los Primos
Pérez Ramírez había sido señalado por un testigo protegido como parte de una cadena de sobornos. Según declaraciones, recibía pagos de hasta 100 mil pesos por permitir la entrada de buques con combustible no declarado.
El oficial también habría estado relacionado con el megadecomiso de marzo pasado en Tampico. En esa operación se aseguraron 10 millones de litros de diésel, un buque y 190 contenedores y vehículos. El golpe fue considerado histórico por su magnitud.
La red, conocida como Los Primos, supuestamente operaba con la participación de mandos de la Marina y empresarios. Uno de los señalados es Anuar González Hemadi, ex juez federal destituido por irregularidades en el caso de Los Porkys. En esta trama se desempeñaba como representante legal de la empresa Mefra Fletes, vinculada al contrabando.
Sobrinos del ex secretario de Marina en la mira
El caso salpicó a la cúpula naval. Entre los implicados aparecen dos sobrinos políticos del almirante Rafael Ojeda Durán, ex secretario de Marina.
El vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna fue detenido como parte de los operativos recientes. Mientras tanto, su hermano, el contralmirante Fernando Farías Laguna, permanece prófugo.
Las detenciones generaron un fuerte golpe a la imagen de la Marina, institución que históricamente se había presentado como un bastión contra el crimen organizado.
Sospechas que alcanzan a la política
El escándalo no se limitó al ámbito militar. La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, aseguró que las investigaciones involucran a un ex gobernador panista. Aunque evitó dar nombres, medios nacionales mencionaron a Ernesto Ruffo Appel, el primer gobernador del PAN en el país.
La fiscal estatal, María Elena Andrade, indicó que hasta ahora no existe orden de arresto contra Ruffo. Sin embargo, reconoció que la entidad está lista para colaborar si la FGR lo solicita.
Ruffo, por su parte, declaró que se encontraba en su casa en Ensenada y que no ha sido requerido por autoridades federales. Su empresa, Ingemar SA de CV, también se encuentra bajo investigación por posibles delitos relacionados con combustibles.
Una investigación en curso
El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, aseguró que el caso está lejos de cerrarse. “Hay personas prófugas y va haber muchas más órdenes de aprehensión”, declaró al anunciar las detenciones.
La muerte de Pérez Ramírez, en este contexto, resulta significativa. Su papel en la Unidad de Protección Portuaria de Altamira lo colocaba en una posición clave para la entrada de buques. La sospecha de sobornos de hasta 100 mil pesos refuerza la hipótesis de una red de complicidad de alto nivel.
El hecho también muestra la complejidad de combatir el huachicol fiscal. No se trata solo de tomas clandestinas o combustible robado en carreteras. El caso de Los Primos reveló un sistema en el que participaban mandos navales, jueces destituidos, empresarios y hasta políticos.
Un desenlace que aumenta la tensión
El fallecimiento del capitán cierra un capítulo de manera abrupta, pero abre más dudas que respuestas. Para la Marina, se trata de una pérdida institucional y personal. Para la FGR, un testimonio menos en una investigación que apenas comienza.
El tema, sin embargo, va más allá de una sola persona. La revelación de esta red deja en evidencia que el huachicol fiscal opera en niveles mucho más altos de lo que se pensaba. Y que incluso instituciones como la Marina no han estado exentas de corrupción.
En los próximos días podrían darse a conocer más detenciones y órdenes de captura. La presión sobre la FGR es fuerte, pues se espera que esclarezca si la red operaba de forma aislada o si tenía ramificaciones más amplias.
El caso de Abraham Jeremías Pérez Ramírez se convierte en una pieza clave de un rompecabezas que amenaza con extenderse al terreno político y empresarial.
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