- Largas jornadas por falta de camiones
- Inversión millonaria en movilidad de Nuevo León sin resultados
- Estatus de la movilidad en Nuevo León
- Publicidad y propaganda en lugar de soluciones para movilidad en Nuevo León
El problema de movilidad en Nuevo León continúa agravándose día con día, afectando directamente la calidad de vida de miles de personas. Lejos de resolverse, las largas filas para tomar el transporte público y los tiempos de espera interminables ya forman parte del día a día de los habitantes de la zona metropolitana. A pesar de las promesas del Gobierno estatal y la millonaria inversión en unidades, la falta de camiones sigue siendo una de las principales quejas de la ciudadanía.
Los testimonios de los usuarios reflejan una profunda frustración. Mientras se enfrentan a recorridos de hasta seis horas diarias para poder ir y regresar de sus empleos, la administración estatal continúa promoviendo una narrativa de éxito que no se ve reflejada en las calles.

Largas jornadas por falta de camiones
Uno de los rostros visibles de esta crisis de movilidad en Nuevo León es Belén Armendáriz, habitante de García. Cada día comienza su jornada laboral antes de las 5 de la mañana, aún de noche, para poder tomar el primer camión rumbo a su trabajo en la zona de San Jerónimo, en Monterrey. Por las noches, regresa a casa cerca de las 11, con apenas unas horas para dormir antes de repetir el ciclo.
Relata que antes podía trasladarse con una sola unidad de la Ruta 234, pero ahora debe abordar dos diferentes. “Creo que estamos peor”, lamenta. Como ella, miles de personas se ven obligadas a alterar sus rutinas, madrugar aún más y caminar distancias más largas para alcanzar el transporte, muchas veces en condiciones de inseguridad.
Las odiseas que viven no solo implican una pérdida de tiempo; también generan estrés, agotamiento físico y menos tiempo con la familia. Mientras tanto, en varias zonas del área metropolitana, las filas alcanzan hasta 100 personas esperando una unidad, especialmente entre las 17:00 y las 20:00 horas.
Inversión millonaria en movilidad de Nuevo León sin resultados
Entre diciembre de 2021 y junio de 2025, el Gobierno de Nuevo León ha destinado más de 23 mil 665 millones de pesos para el arrendamiento de más de 3 mil camiones, en su mayoría provenientes de China. A pesar de esta inversión histórica, la realidad en las calles muestra que el problema no se ha resuelto.
Al contrario, la gente sigue preguntándose dónde están esas unidades, pues no se ven reflejadas en el servicio cotidiano. Los testimonios se repiten en puntos críticos como San Pedro, San Nicolás, Escobedo, Guadalupe y Monterrey.
“¿Dónde están los camiones, Samuel?”, lanza Joel Rocha, quien lleva más de media hora esperando en una parada ubicada en Rufino Tamayo y Lázaro Cárdenas, en San Pedro. Y como él, cientos comparten el mismo malestar.
A pesar de las cifras alegres y los anuncios de compra de unidades, el transporte público sigue siendo insuficiente, mal planeado y en muchos casos, ineficiente para cubrir la creciente demanda de la población.
Estatus de la movilidad en Nuevo León
La movilidad en Nuevo León se ha vuelto sinónimo de espera y desesperación. En puntos como la Avenida Universidad, frente a la Clínica 6 en San Nicolás, se reportan más de 350 personas formadas en tres filas distintas, de lunes a viernes, esperando camiones que muchas veces tardan hasta una hora en llegar.
Lo mismo ocurre en zonas como la Expo y el Palacio Federal en Guadalupe, la Y Griega y la Alameda en Monterrey, y en avenidas clave como la Carretera a Colombia y Sendero, en Escobedo.
La falta de frecuencia en el paso de camiones obliga a la gente a salir cada vez más temprano y a volver más tarde, convirtiendo una jornada laboral en una travesía de hasta 14 horas fuera de casa. Mientras tanto, los discursos oficiales continúan destacando la adquisición de camiones, como si eso por sí solo fuera sinónimo de solución.
Publicidad y propaganda en lugar de soluciones para movilidad en Nuevo León
La situación actual revela que la movilidad en Nuevo León no se resuelve con ruedas nuevas ni con espectaculares. Aunque el gobierno insiste en presumir cada lote de unidades compradas, lo cierto es que no existe una estrategia integral, ni una reorganización real del sistema que permita aliviar el caos en el transporte público.
Las rutas siguen sin estar bien conectadas, muchas líneas han sido eliminadas sin ofrecer alternativas viables y los tiempos de espera han aumentado drásticamente. Tampoco se han fortalecido los sistemas de información para saber con exactitud los horarios o frecuencias.
Los usuarios se sienten abandonados y burlados. Mientras esperan horas bajo el sol o la lluvia, observan cómo los recursos del Estado se destinan a propaganda en lugar de resolver el problema de fondo. La desconexión entre el discurso oficial y la realidad es cada vez más evidente.
El deterioro de la movilidad en Nuevo León es una problemática que afecta a miles de personas y que no se resolverá con propaganda ni compras millonarias sin planeación. Mientras no se escuchen los testimonios de quienes sufren este caos diariamente y no se implementen soluciones reales, la crisis del transporte seguirá agravándose, y con ella, la calidad de vida de toda la ciudadanía.
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