En Nuevo León, un bebé de mes y medio ha muerto a causa de la tos ferina, una enfermedad respiratoria que afecta especialmente a los más pequeños. Este lamentable deceso subraya las consecuencias graves de la falta de una campaña preventiva adecuada por parte de las autoridades sanitarias del estado.
Un problema de salud no atendido: tos ferina
La tos ferina, conocida por su alta tasa de mortalidad en bebés y niños menores de cinco años, sigue siendo un riesgo latente en el estado. A pesar de que 35 casos activos han sido reportados actualmente, la falta de vacunación y prevención ha permitido que la enfermedad continúe propagándose. El gobierno estatal no ha logrado implementar medidas de control eficaces, lo que refleja una respuesta tardía a la crisis de salud pública.
Un aumento de casos a nivel nacional
A nivel nacional, la tos ferina está en aumento, lo que pone en evidencia la falta de un sistema de alerta y medidas preventivas consistentes en Nuevo León. La Secretaria de Salud del Estado, Alma Rosa Marroquín, comentó que esta es la primera muerte por tos ferina registrada en la entidad, un reflejo claro de la negligencia en la gestión de la salud infantil.
Necesidad de acción urgente
El caso del bebé fallecido resalta la necesidad de acciones preventivas inmediatas por parte del gobierno estatal. Las autoridades deben priorizar la salud infantil y garantizar que no se repitan tragedias como esta. La vacunación y las campañas de concientización deben ser la prioridad para evitar que más vidas se pierdan debido a enfermedades prevenibles.

Este suceso es un claro recordatorio de que las políticas de salud pública deben ser más eficientes y preventivas para proteger a los sectores más vulnerables de la población.
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