Tras días de búsqueda, autoridades confirmaron el hallazgo sin vida de Ana Carolina Saucedo Bahena, de 22 años, en el Cerro de las Mitras, en Monterrey. El cuerpo de la joven, reportada como desaparecida desde el 7 de febrero, fue encontrado en avanzado estado de descomposición, aumentando la incertidumbre sobre las circunstancias de su desaparición y fallecimiento.
Los hechos previos: ¿cómo desapareció Ana Carolina?
Ana Carolina fue vista por última vez el 7 de febrero cuando su madre la dejó en el campus Cumbres de la Universidad del Valle de México (UVM). Sin embargo, la joven nunca ingresó a clases, según confirmaron las investigaciones. A la hora acordada para recogerla, su madre descubrió que Ana Carolina no estaba en el lugar. La lista de asistencia no incluía su nombre, lo que generó una preocupación inmediata entre familiares y amigos.
Desde ese momento, comenzaron a difundirse mensajes de búsqueda en redes sociales, mientras las autoridades locales emprendían acciones para localizarla.
Un operativo intensivo, pero sin el final esperado
La búsqueda de Ana Carolina movilizó a diversas corporaciones, incluyendo Protección Civil de Nuevo León, Fuerza Civil y la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas. El despliegue incluyó el uso de helicópteros, drones con cámaras térmicas y binomios caninos. Más de 70 elementos participaron en las labores de rastreo.
A pesar de la magnitud del operativo, el desenlace fue trágico. El cuerpo de la joven fue encontrado días después en una zona de difícil acceso del Cerro de las Mitras.

Estado del cuerpo hallado en el Cerro de las Mitras y continuación de las investigaciones
El avanzado estado de descomposición del cuerpo sugiere que Ana Carolina llevaba varios días en el lugar antes de ser encontrada. Aunque las autoridades han confirmado el hallazgo, todavía trabajan para determinar las causas de su muerte. Las circunstancias de cómo llegó al Cerro de las Mitras y qué pudo haber ocurrido durante su desaparición siguen siendo inciertas.
Un caso que conmociona a Monterrey
La desaparición y el posterior hallazgo sin vida de Ana Carolina han dejado una profunda huella en la comunidad de Monterrey. Este caso no solo plantea interrogantes sobre su desaparición, sino también sobre las condiciones de seguridad en la ciudad y la respuesta ante casos similares.
Mientras las investigaciones continúan, la familia, amigos y autoridades buscan obtener respuestas que permitan esclarecer los hechos y dar sentido a esta trágica pérdida.
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