- Cuarto Informe De Gobierno Modifica La Presentación De Datos Ambientales
- Informe No Tiene Reportes Ambientales Recientes
El contenido del cuarto informe de gobierno estatal confirmó la eliminación de estadísticas que permiten evaluar la contaminación en Nuevo León. La ausencia de estas cifras de contaminación coincide con retrasos en los reportes ambientales, lo que debilita la transparencia sobre la calidad del aire en la entidad. La decisión genera dudas por el historial de meses con niveles críticos de polución.

Cuarto Informe De Gobierno Modifica La Presentación De Datos Ambientales
El cuarto informe de gobierno sorprendió al retirar uno de los indicadores ambientales más relevantes: el número de días en los que se excedieron los límites permitidos por la normatividad. Esa estadística había sido publicada cada año, incluso durante el propio sexenio.
Esta vez, el gobierno naranja justificó la eliminación afirmando que los límites de las normas mexicanas cambiaron y que no es posible realizar comparaciones adecuadas entre períodos distintos. El anexo del informe sostiene que un día sobre norma en 2021 no equivale a uno registrado en 2024 o 2025.
Sin embargo, la explicación no incluyó alternativas para seguir monitoreando la tendencia. La falta de nuevas metodologías o tablas comparativas provoca que la información disponible sea menor que en ejercicios anteriores. Esto dificulta comprender la evolución de la contaminación en Nuevo León en un contexto en el que la población exige mayor claridad.
Además, la decisión contrasta con lo presentado en informes previos, donde sí se incorporaron estos datos, incluso con las variaciones normativas ya en marcha.
Samuel Quita Indicadores De Contaminación En Cuarto Informe De Gobierno
El retiro de estas cifras de contaminación ocurre después de que el informe anterior reveló números críticos. Durante los primeros nueve meses de 2024, el 78 por ciento de los días superaron los niveles permitidos. Fueron 213 días con mala calidad del aire.
En años previos la situación tampoco fue favorable. En 2022, el primer año completo del gobierno, el 65 por ciento de los días registró contaminación fuera de norma. En 2023, ese porcentaje incrementó a 67 por ciento. La curva siempre fue ascendente.
A pesar de esta tendencia, el cuarto informe de gobierno eliminó completamente la estadística. Ya no existe un registro oficial que permita identificar si la condición ambiental mejoró o empeoró en los últimos meses.
Esto significa que el gobierno ahora presenta menos datos que en informes anteriores, justo en un periodo donde la mala calidad del aire ha sido un problema recurrente en la zona metropolitana.
Informe No Tiene Reportes Ambientales Recientes
La situación se agrava al considerar que el Estado dejó de publicar durante más de cien días los reportes mensuales del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental. Estos reportes ambientales permiten identificar episodios críticos de contaminación y son la herramienta principal para que la ciudadanía conozca el estado del aire día a día.
El retraso se detectó después de que diversos medios señalaron la ausencia de actualizaciones. Hasta entonces, el Gobierno reactivó la publicación y argumentó que la pausa se debía a ajustes técnicos. No obstante, no ofreció detalles sobre la naturaleza de esas modificaciones ni su impacto en el sistema.
El cuarto informe de gobierno no incluyó explicaciones sobre este retraso. Tampoco incorporó un apartado que permitiera reconstruir la información faltante. La falta de reportes oportunos impide que investigadores realicen análisis confiables sobre la contaminación en Nuevo León.
Además, limitar el acceso a datos ambientales afecta la capacidad de respuesta de los habitantes. Sin información diaria, es más difícil tomar medidas preventivas para proteger la salud durante episodios de mala calidad del aire.

Samuel Reduce Transparencia En Medio De Crisis Ambiental
La decisión de eliminar estas cifras de contaminación y presentar menos información ocurre en un contexto donde la problemática ambiental se ha intensificado. Los estudios independientes, así como los propios reportes de años previos, ya habían documentado incrementos de partículas dañinas en el aire.
Sin embargo, la ausencia de estadísticas en el cuarto informe de gobierno dificulta valorar si las acciones implementadas han logrado contener la tendencia. La falta de datos también complica que especialistas o centros de investigación realicen evaluaciones objetivas.
Además, organizaciones civiles han señalado que no existe impedimento técnico para mantener la publicación de indicadores ambientales, incluso cuando hay ajustes en las normas. Existen metodologías que permiten hacer equivalencias o contextualizar los cambios normativos. Sin estas herramientas, la ciudadanía queda sin información clara.
También se genera un vacío institucional. Las decisiones en política ambiental requieren datos precisos y acumulados. Al retirar información clave, el seguimiento histórico queda fragmentado.
Por otro lado, el gobierno estatal no propuso un indicador sustituto ni detalló un plan para mejorar la recopilación de datos. Los reportes ambientales que se publican mensualmente mostraron atrasos significativos y no incluyen comparativos suficientes para evaluar cambios de largo plazo.
La conjunción de estos elementos plantea un escenario en el que la capacidad de fiscalización externa se reduce. Asimismo, debilita la transparencia que debe acompañar las políticas relacionadas con la contaminación en Nuevo León.
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