Australia Prohíbe a Menores Usar Redes Sociales4 min read
¿Por qué se realizó el cambio de leyes?
El Senado de Australia ha aprobado una nueva ley que prohíbe a los menores de 16 años acceder a redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok y otras plataformas similares. La ley, que entrará en vigor dentro de un año, ha sido respaldada por una mayoría significativa en el Senado con 34 votos a favor y 19 en contra. Además, el proyecto de ley también fue aprobado previamente en la Cámara de Representantes, donde el voto fue de 101 a 13, lo que demuestra un fuerte apoyo legislativo. Sin embargo, antes de convertirse en ley definitiva, la propuesta será revisada por la Cámara Baja para la aprobación final de algunas enmiendas.
Esta medida busca proteger a los jóvenes de los riesgos asociados con las redes sociales, como el acoso en línea y los problemas de salud mental. Las plataformas que no cumplan con la nueva legislación podrán enfrentarse a sanciones severas, con multas de hasta 32.1 millones de dólares estadounidenses. Las empresas responsables de redes sociales como Meta (Facebook e Instagram), TikTok, Snapchat, Reddit y X (anteriormente conocido como Twitter) tendrán que garantizar que los menores de 16 años no puedan acceder a sus servicios. De lo contrario, se les impondrán fuertes sanciones económicas. Sin embargo, la ley no penaliza a los usuarios ni a los padres que violen la normativa.
Ley busca proteger a menores de edad
Esta ley representa una de las medidas más estrictas adoptadas por un país en relación con la protección de menores en el entorno digital. La nueva legislación introduce una categoría especial de “plataformas de medios sociales con restricciones de edad”, que prohíbe el acceso a las redes sociales a los menores de 16 años, incluidos aquellos que ya tengan cuentas activas. Para las plataformas de redes sociales, esto significa que deberán implementar mecanismos para verificar la edad de los usuarios y bloquear el acceso de los menores a sus servicios, lo que representa un desafío logístico y tecnológico significativo.
El gobierno australiano ha establecido un plazo de doce meses para que las plataformas implementen las medidas necesarias para cumplir con la ley. Si no lo hacen, se enfrentarán a multas de hasta 49.5 millones de dólares australianos, lo que equivale a aproximadamente 32.1 millones de dólares estadounidenses. La ley no afectará a plataformas como YouTube, consideradas de bajo riesgo, pero sí pone en el punto de mira a las redes sociales más populares entre los adolescentes.
La senadora laborista Jenny McAllister, quien promovió la medida, explicó que el gobierno no busca crear obstáculos innecesarios, sino que simplemente requiere que las plataformas adopten las “acciones necesarias” para evitar que los menores abran cuentas en sus redes. McAllister remarcó que las multas son “intencionalmente grandes” para asegurar que las plataformas tomen en serio su responsabilidad de proteger a los menores en línea.
Respuesta crítica y preocupaciones de defensores
Aunque la ley ha sido bien recibida por muchos sectores de la sociedad que abogan por una mayor protección de los menores en el ámbito digital, no ha estado exenta de críticas. Activistas y defensores de los derechos humanos han señalado varias preocupaciones sobre su implementación. David Shoebridge, del Partido Verde, calificó la propuesta de “profundamente defectuosa” y “peligrosa”. Shoebridge expresó su preocupación por los efectos negativos que podría tener en jóvenes vulnerables, en especial aquellos del colectivo LGTBIQ+ que viven en áreas rurales, quienes encuentran apoyo y comunidades en las redes sociales.
Además, algunos expertos en salud mental también han señalado que la ley podría afectar la privacidad de todos los usuarios, no solo de los menores. La regulación estricta de las plataformas de redes sociales podría generar implicaciones en términos de cómo se recopila y maneja la información personal de los usuarios, lo que podría generar inquietudes sobre el control y la vigilancia de las actividades en línea.
Defensores de los derechos de la infancia han resaltado que, aunque la intención de la ley es proteger a los menores de los riesgos de las redes sociales, como el acoso y los trastornos de salud mental, las soluciones propuestas podrían tener efectos secundarios no deseados, como la exclusión de algunos jóvenes que encuentran en las redes un espacio de apoyo social.
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